La siesta es uno de los grandes placeres de la vida. La sociedad española está muy acostumbrada a echar este sueño después de comer y es una práctica que contiene muchos beneficios, sobre todo para los más pequeños.
Los períodos de descanso diurno son importantes para el desarrollo de los bebés. Los especialistas recomiendan que durante los primeros cuatro o cinco años los más pequeños descansen un tiempo pequeño después del almuerzo.
Este pequeño período de sueño durante el día les permite a los más pequeños y pequeñas estar más tranquilos/as, menos irritables, más sociables, atentos y a entender mejor los conceptos aprendidos durante el día. Es una especie de reseteo para ellos y ellas, reduciendo además, la hiperactividad, la tensión y la ansiedad de los mismos/as.
Las horas de sueño que tienen que hacer los bebés depende de cada uno. Existen pequeños/as que con dormir durante quince minutos les basta y otros que necesitan una hora. Incluso, se puede dar el caso de que el pequeño o la pequeña no quiera dormir.
Dormir la siesta es una necesidad fisiológica, pero cada organismo es diferente y por tanto cada niño/a tiene sus propias necesidades de sueño. También influye la etapa de crecimiento. Existen etapas en el que el mundo es tan estimulante que se niegan a “perder tiempo” para explorarlo.
Beneficios de la siesta
Dormir la siesta contiene beneficios importantes para el desarrollo del bebé, por lo que es un hábito que se debe intentar fomentar e inculcar en los padres y madres.
Existen muchos progenitores que optan por eliminar la siesta, a causa de que el bebé no duerme por la noche y tiene problemas para conciliar el sueño nocturno. Pero impedir la siesta no es ninguna solución, además incluir esta práctica puede ser beneficioso para dormir en plenitud durante la noche.
Estimula la creatividad y la imaginación
Cuando un bebé, incluso nosotros los adultos, dormimos la siesta hacemos una especie de reseteo en la mente. Esto provoca que nuestro cerebro descargue la carga acumulada del día que llevamos.
Permitirle al cerebro que descanse, provoca que el cerebro tenga mayor creatividad e imaginación. Por lo que los bebés se levantan con una mejora en la imaginación y creatividad, esto también nos ocurre a los adultos.
Ayuda a crecer
Los ciclos del sueño y los estados de vigilia modulan las funciones respiratorias, endocrinas y cardiovasculares.
Además, ayuda a liberar la hormona del crecimiento, la cual, es esencial para el desarrollo de los niños y niñas.
Mejora el rendimiento escolar
Muchas investigaciones sobre la siesta y el sueño infantil han demostrado que una pérdida de sueño de manera prolongada durante la infancia está relacionada con tener un peor rendimiento escolar. Incluso, puede aumentar el riesgo de retraso del lenguaje.
Tranquiliza y disminuye la irritabilidad
Durante el crecimiento del bebé podemos observar como el sueño se apodera del mismo. Cuando los/as pequeños y pequeñas no duermen les sale un carácter inquieto e irascible.
La siesta ayuda a los bebés a tener un carácter más calmado, y evitar conductas de hiperactividad. Es decir, la siesta hace que disminuya comportamientos de irritabilidad de los mismos y las mismas.
Mejora la capacidad de atención
Como hemos expuesto anteriormente, la siesta tiene una función en el cerebro de reseteo. Esto provoca que el cerebro descanse y por lo tanto que su capacidad de atención aumente.
Este beneficio de la siesta, es uno de los que en los adultos también ocurre. Cuando estamos cansados nuestra capacidad de atención es menor.
Ayuda al aprendizaje
Varios estudios realizados han demostrado que la actividad cerebral es más alta en los bebés que duermen la siesta, que en los niños y niñas que no practican este periodo pequeño de sueño diurno.
Es importante, que los más pequeños y pequeñas no se salten dormir la siesta si se encuentran en proceso de aprendizaje.
Aumenta el positivismo
Está demostrado que la siesta es beneficiosa para la salud mental, mejorando el humor y mejorando el positivismo.
Desarrollan un mayor rendimiento psicológico y social
Como hemos dicho en apartados anteriores dormir la siesta contiene muchos beneficios para la salud mental, aumentando y reforzando un mejor carácter en el o la bebé.
Distintos especialistas del sueño han revelado que los niños y niñas que no practican la siesta tienen un mayor aumento de ansiedad, depresión e hiperactividad.
La siesta refuerza la memoria
Estudios estadounidenses demuestran que los niños y niñas que duermen estos pequeños periodos de sueño diurno tienen una mejor memoria.
Esto provoca que recuerden mejor lo que han ido aprendiendo durante el día.
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